domingo, 10 de mayo de 2020

FILOSOFÍA 10° : "APRENDIENDO DE LOS SOCRÁTICOS"







FILOSOFÍA 10°: "APRENDIENDO DE LOS SOCRÁTICOS"

Viñeta viernes 17/04/15 - El sacapuntas


Queridos estudiantes:

Luego de haber reflexionado un poco de nuestro acontecimiento actual y de buscar respuestas sencillas a nuestra existencia, los invito a que conozcamos un poco sobre la manera como algunos filósofos griegos se preguntaron por el ser humano y su sentido de vivir.

Pero... ¿Será verdad que el ser humano está compuesto de cuerpo y alma? ¿Qué sentido tiene el comportarnos bien si de todas maneras vamos a morir? ¿y de dónde diablos salieron con la idea de lo bueno y lo malo? ¿ y eso quién lo inventó y para qué?





       FASE DE EXPLORACIÓN

 

Para esta fase conviene que escribamos en el cuaderno las siguientes preguntas seguidas con sus respectivas respuestas.

 1.  ¿Qué consideras que es el ser humano? Escribe en el cuaderno sus respuestas.

 2. ¿ Cuáles son los principales interrogantes que has tenido en tu vida y cómo has buscado aclarar tus dudas?. Argumenta tus respuestas.

 3. ¿Qué diferencia encuentras entre el actuar del hombre y el animal?

 4. ¿Qué concepto tienes tu acerca del alma? Escribe las respuestas.

 5. ¿Tú crees que es posible llegar a una verdad absoluta? Argumenta tus respuestas.


NO OLVIDES: DE LA RESPONSABILIDAD EN EL DESARROLLO DE LAS ACTIVIDADES DEPENDE SI ADQUIERE O NO CONOCIMIENTO.

 



OBSERVAMOS LOS SIGUIENTE VÍDEO







Consultamos el siguiente vocabulario: cicuta, polis, sociedad, democracia, hilemorfismo, sabiduría, logos, política. escepticismo, relativismo.

Luego de observar el vídeo, profundizamos su contenido con la siguiente lectura presentes en estos cuadros y los consignamos en el cuaderno. 





DESARROLLO DEL TEMA

I.  SOCRATES (469 – 399)

(Atenas, 470 a.C. - 399 a.C) Filósofo griego. Pese a que no dejó ninguna obra escrita y son escasas las ideas que pueden atribuírsele con seguridad, Sócrates es una figura capital del pensamiento antiguo, hasta el punto de ser llamados presocráticos los filósofos anteriores a él.

Rompiendo con las orientaciones predominantes anteriores, su reflexión se centró en el ser humano, particularmente en la ética, y sus ideas pasaron a los dos grandes pilares sobre los que se asienta la historia de la filosofía occidental: Platón, que fue discípulo directo suyo, y Aristóteles, que lo fue a su vez de Platón.

Sócrates fue hijo de una comadrona, Faenarete, y de un escultor, Sofronisco, emparentado con Arístides el Justo. Pocas cosas se conocen con certeza de la biografía de Sócrates, aparte de que participó como soldado de infantería en las batallas de Samos (440), Potidea (432), Delio (424) y Anfípolis (422). Fue amigo de Aritias y de Alcibíades, al que salvó la vida.


 La mayor parte de cuanto se sabe sobre él procede de tres contemporáneos suyos: el historiador Jenofonte, el comediógrafo Aristófanes y el filósofo Platón. El primero retrató a Sócrates como un sabio absorbido por la idea de identificar el conocimiento y la virtud, pero con una personalidad en la que no faltaban algunos rasgos un tanto vulgares. Aristófanes lo hizo objeto de sus sátiras en una comedia, Las nubes (423), donde se le identifica con los demás sofistas y es caricaturizado como engañoso artista del discurso.

Estos dos testimonios matizan la imagen de Sócrates ofrecida por Platón en sus Diálogos, en los que aparece como figura principal, una imagen que no deja de ser en ocasiones excesivamente idealizada, aun cuando se considera que posiblemente sea la más justa.

Se tiene por cierto que Sócrates se casó, a una edad algo avanzada, con Xantipa, quien le dio dos hijas y un hijo. Cierta tradición ha perpetuado el tópico de la esposa despectiva ante la actividad del marido y propensa a comportarse de una manera brutal y soez. En cuanto a su apariencia, siempre se describe a Sócrates como un hombre rechoncho, con un vientre prominente, ojos saltones y labios gruesos, del mismo modo que se le atribuye también un aspecto desaliñado.


La mayéutica

Al parecer, y durante buena parte de su vida, Sócrates se habría dedicado a deambular por las plazas y los mercados de Atenas, donde tomaba a las gentes del común (mercaderes, campesinos o artesanos) como interlocutores para sostener largas conversaciones, con frecuencia parecidas a largos interrogatorios. Este comportamiento correspondía, sin embargo, a la esencia de su sistema de enseñanza, la mayéutica.

Con el siguiente vídeo podemos comprender mejor el concepto de la mayéutica.



El propio Sócrates comparaba tal método con el oficio de comadrona que ejerció su madre: se trataba de llevar a un interlocutor a alumbrar la verdad, a descubrirla por sí mismo como alojada ya en su alma, por medio de un diálogo en el que el filósofo proponía una serie de preguntas y oponía sus reparos a las respuestas recibidas, de modo que al final fuera posible reconocer si las opiniones iniciales de su interlocutor eran una apariencia engañosa o un verdadero conocimiento.

En sus conversaciones filosóficas, al menos tal y como quedaron reflejadas en los Diálogos de Platón, Sócrates sigue, en efecto, una serie de pautas precisas que configuran el llamado diálogo socrático. A menudo comienza la conversación alabando la sabiduría de su interlocutor y presentándose a sí mismo como un ignorante: tal fingimiento es la llamada ironía socrática, que preside la primera mitad del diálogo. En ella, Sócrates proponía una cuestión (por ejemplo, ¿qué es la virtud?) y alababa la respuesta del interlocutor, pero luego oponía con sucesivas preguntas o contraejemplos sus reparos a las respuestas recibidas, sumiendo en la confusión a su interlocutor, que acababa reconociendo que no sabía nada sobre la cuestión.


Tal logro era un punto esencial: no puede enseñarse algo a quien ya cree saberlo. El primer paso para llegar a la sabiduría es saber que no se sabe nada, o, dicho de otro modo, tomar conciencia de nuestro desconocimiento. Una vez admitida la propia ignorancia, comenzaba la mayéutica propiamente dicha: por medio del diálogo, con nuevas preguntas y razonamientos, Sócrates iba conduciendo a sus interlocutores al descubrimiento (o alumbramiento) de una respuesta precisa a la cuestión planteada, de modo tan sutil que la verdad parecía surgir de su mismo interior, como un descubrimiento propio.

La filosofía de Sócrates

La cuestión moral del conocimiento del bien estuvo en el centro de las enseñanzas de Sócrates, con lo que imprimió un giro fundamental en la historia de la filosofía griega, al prescindir de las preocupaciones cosmológicas de sus predecesores. Como se ha visto, el primer paso para alcanzar el conocimiento consistía en la aceptación de la propia ignorancia, y en el terreno de sus reflexiones éticas, el conocimiento juega un papel fundamental.
Sócrates piensa que el hombre no puede hacer el bien si no lo conoce, es decir, si no posee el concepto del mismo y los criterios que permiten discernirlo.

El ser humano aspira a la felicidad, y hacia ello encamina sus acciones. Sólo una conducta virtuosa, por otra parte, proporciona la felicidad. Y de entre todas las virtudes, la más importante es la sabiduría, que incluye a las restantes.

El que posee la sabiduría posee todas las virtudes porque, según Sócrates, nadie obra mal a sabiendas: si, por ejemplo, alguien engaña al prójimo es porque, en su ignorancia, no se da cuenta de que el engaño es un mal. El sabio conoce que la honestidad es un bien, porque los beneficios que le reporta (confianza, reputación, estima, honorabilidad) son muy superiores a los que puede reportarle el engaño (riquezas, poder, un matrimonio conveniente).

El ignorante no se da cuenta de ello: si lo supiese, cultivaría la honestidad y no el engaño. En consecuencia, el hombre sabio es necesariamente virtuoso (pues conocer el bien y practicarlo es, para Sócrates, una misma cosa), y el hombre ignorante es necesariamente vicioso. De esta concepción es preciso destacar que la virtud no es algo innato que surge espontáneamente en ciertos hombres, mientras que otros carecen de ella. Todo lo contrario: puesto que la sabiduría contiene las demás virtudes, la virtud puede aprenderse; mediante el entendimiento podemos alcanzar la sabiduría, y con ella la virtud.

Sin embargo, en los Diálogos de Platón resulta difícil distinguir cuál es la parte de lo expuesto que corresponde al Sócrates histórico y cuál pertenece ya a la filosofía de su discípulo. Sócrates no dejó doctrina escrita, ni tampoco se ausentó de Atenas (salvo para servir como soldado), contra la costumbre de no pocos filósofos de la época, y en especial de los sofistas. Si, como parece, las ideas éticas antes expuestas son del propio Sócrates, su filosofía se sitúa en la antípodas del escepticismo y del relativismo moral de los sofistas, pese a lo cual, y a causa de su pericia dialéctica, fue considerado en su tiempo como uno de ellos, tal y como refleja la citada comedia de Aristofánes.


Con su conducta, Sócrates se granjeó enemigos que, en el contexto de inestabilidad en que se hallaba Atenas tras las guerras del Peloponeso, acabaron por considerar que su amistad era peligrosa para aristócratas como sus discípulos Alcibíades o Critias; oficialmente acusado de impiedad y de corromper a la juventud, fue condenado a beber cicuta después de que, en su defensa, hubiera demostrado la inconsistencia de los cargos que se le imputaban.

Según relata Platón en la Apología que dejó de su maestro, Sócrates pudo haber eludido la condena, gracias a los amigos que aún conservaba, pero prefirió acatarla y morir, pues como ciudadano se sentía obligado a cumplir la ley de la ciudad, aunque en algún caso, como el suyo, fuera injusta; peor habría sido la ausencia de ley.

Escuelas Socráticas

En el 399, a la muerte de Sócrates sus discípulos se dispersar y algunos de ellos fundaron escuelas filosóficas. Ninguna de ellas representa el genuino pensamiento de Sócrates sino que desarrollan con autonomía algunos de los temas cuyo tratamiento iniciara el maestro a lo que agregarían numerosos elementos tomados de los sofistas e incluso de los filósofos presocráticos.

 La Academia – Platón

Se desarrollan en La Academia, los aspectos científicos y psicológicos de la doctrina socrática. Platón elabora su propia doctrina de las Ideas a partir de la búsqueda socrática de la definición y el concepto. E inspirándose también en Pitágoras profundizará el tema del alma.

·Escuela Margárica: 

(Euclides de Megara) 452 – 380 a.c.
Continúa las doctrinas de Parménides y Zenón de Elea, con algunas modificaciones que fueron sugeridas a Euclides tras el contacto con Sócrates.

Euclides identifica el Ser con el Bien y con Dios (es posible que Sócrates haya defendido alguna suerte de monoteísmo) y considera que todas las virtudes se reducen a una sola, pero designada con distintos nombres (doctrina que también se remonta a Sócrates).
Estilpón, uno de los continuadores de Sócrates, atacó la doctrina platónica de las Ideas, afirmando que sólo existe lo singular actual y negando la existencia de los géneros y las especies universales. Su ética influirá en la aparición del estoicismo, puesto que aparentemente Zenón de Citio fue discípulo suyo.

·Escuela de Elis y Eretría: 

Fue iniciada por Fedón, esclavo que alcanzó la libertad gracias a Sócrates. Se considera la Filosofía el camino hacia la verdadera libertad y la salud del alma.

·Escuela Cínica: 

Nada hay valioso en el mundo fuera de la virtud, ella Solo se basta. “Antes loco que ceder al placer” (Antístenes).
Lo anterior conduce también a un desprecio general de cultura, del pudor y de las costumbres, de la ciencia, de la religión, de los lazos civiles y nacionales. De ahí que el actual concepto de “cínico” significa que es desaprehensivo e insensible a las conveniencias sociales hasta la grosería. 
El ideal del cínico está constituido por una vida capaz de bastarse a sí misma, ruda y libre de necesidades,  que repudia todo artificio y convención social para volver a la naturaleza. Entre sus principales exponentes está DIOGENES DE SINOPE.

Diógenes de Sinope fue el más claro exponente de la actitud de los cínicos: atacó los convencionalismos sociales, buscó lo natural en la vida de los animales, los pueblos bárbaros y fue absolutamente independiente.   La escuela cínica, con diversas idas y venidas que la llevaron en algún momento a confundirse con el estoicismo, perduró hasta la caída del Imperio Romano.


La principal característica de este filósofo, nacido en Sínope y famoso en Atenas, fue su enorme desprendimiento. Amaba la libertad por encima de todo y no temía decir la verdad a los poderosos. Se decía de él que vivía en un tonel y muchos lo confundían con un mendigo.

Estas son algunas de las más conocidas frases de Diógenes, el cínico.

  • El insulto deshonra a quien lo infiere, no a quien lo recibe.
  • El único bien es el conocimiento, y el único mal la ignorancia.
  • Cuando estoy entre locos, me hago el loco.
  • ¿De qué sirve un filósofo que no hiere los sentimientos de nadie?
  • Si tú aprendieras a comer lentejas no tendrías que ser sumiso y adular tanto al emperador.
  • “Callando es como se aprende a oír, escuchando es como se aprende a hablar; después, hablando, se aprende a callar”.
  • La envidia es causada por ver a otro gozar de lo que deseamos; los celos, por ver a otro poseer lo que quisiéramos poseer nosotros.


En dirección diametralmente opuesta se encuentra la:

·Escuela Cirenaica: 

(Aristípo de Cirene): Impera el hedonismo (búsqueda del placer) . El valor hay que buscarlo exclusivamente en el placer y concretamente el que se percibe en la impresión sensible, no en las ideas y conceptos.

Aristipo, discípulo de Protágoras y luego de Sócrates es el más claro representante de la moral del hedonismo. No hay más fuente de conocimiento que la sensación y ésta solo posee un valor subjetivo (relativismo de Protágoras).
La sensación es pues, la única guía del hombre. El fin de toda moral es el de buscar sensaciones agradables, actuales y principalmente corporales. La razón, sin embargo (y aquí se observa el sello de Sócrates) debe dirigir al hombre en la elección de tales placeres.

Por su rechazo a todo tipo de convencionalismo social, la escuela de Cirene está bastante cerca de la escuela cínica.



Respondo los siguientes interrogantes.

1. Seleccione 10 palabras desconocidas del texto y escriba su significado.
2. En pocas palabras, señale los aspectos más destacados de la vida de Sócrates, según el vídeo visto.

3. ¿En qué consiste el método socrático? De un ejemplo.

4. ¿Qué es la Mayéutica y qué importancia posee para el conocimiento?

5. ¿Establezca la diferencia entre la mayéutica y la ironía socrática?

6. ¿Cuál es el primer paso para  llegar al conocimiento, según Sócrates?

7. Según Sócrates, que ventajas posee la virtud y cómo el ser humano puede llegar a ella?

8. ¿Qué concepto le deja a usted, la forma de vivir de Diógenes y que le podría aportar para su vida personal?

9. ¿Cuáles son los principales principios de la escuela Cínica?

10. Selecciono DOS de las frases citadas de Diógenes y señalo el por qué la elegí.









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