jueves, 25 de febrero de 2021

 


FILOSOFÍA GRADO 11°: 

DEL RENACIMIENTO AL MODERNISMO

Apreciados estudiantes.

Luego de haber realizado un breve repaso por la Filosofía Medieval y descubrir la manera como el pensamiento de la iglesia buscó unificar la fe con la razón y como a lo largo de 10 siglos mantuvo su poder, ahora veremos como esa decadencia final condujo a una etapa nueva llamada FILOSOFÍA MODERNA.

Espero que este nuevo tema llamado Filosofía del Renacimiento, le permita comprender como el pensamiento es cambiante y cómo ciertos hechos de la historia producen el derrumbamiento de algunas ideas para que puedan florecer otras sin que las anteriores hayan perdido vigencia en su totalidad. 



Antes de comenzar es necesario recordar que la guía se desarrolla en su totalidad, teniendo muy en cuenta la buena presentación del trabajo, con letra legible (de lo contrario su trabajo será devuelto), buena ortografía y escribiendo las preguntas y respondiéndolas señalando la Fase a que corresponde. Además, es muy importante su autonomía a la hora de desarrollarla. 


NOTAIMPORTANTE: No olvide responder de manera responsable el taller y no hacer plagio de trabajos de compañeros o de páginas diferentes a esta.


GRADO

 UNDÉCIMO

DOCENTE

José A. Saineda Castro

TÍTULO DE LA UNIDAD

DEL RENACIMIENTO AL MODERNISMO

 

 

 

COMPETENCIA GENERAL

 

Reconoce los nuevos cambios de mentalidad que surgieron con la decadencia de la Filosofía Medieval y la llegada del Renacimiento, y como este Nuevo reflexionar es el inicio de lo que se llamó Filosofía Moderna.

 

COMPETENCIA

LECTURA CRÍTICA

COMPONENTE

ANTROPOLÓGICO

CONTENIDO TEMÁTICO

·         La decadencia de la Escolástica.

·       La Filosofía renacentista.

·         Humanismo renacentista.

·         Giovanni Pico Della Mirandola

·         Erasmo de Rotterdam.

·         Nicolás Maquiavelo.

·         Tomás Moro.

 

APRENDIZAJE ESPERADO:

 

  •  Comprende los principales aportes del pensamiento filosófico del renacimiento para el momento actual.
  •  Identifica y explica los diferentes periodos por los que atraviesa el Pensamiento renacentista  y su finalidad frente al desarrollo del ser humano.
  •  Reconoce los principales aportes que se generaron dentro del paso de la Filosofía del renacimiento a la filosofía moderna y como estos cambios dieron paso a una nueva mentalidad.
  •  Analiza y explica por medio de escritos las ideas principales del racionalismo y que valor posee para las nuevas ciencias.
  • Genera debates que contribuyen a crear un pensamiento crítico.

DERECHOS BÁSICOS DE APRENDIZAJE:

 

  •          Reconoce los cambios que se presentaron con el paso del pensamiento medieval al pensamiento renacentista y señala algunas diferencia entre una etapa y la otra. 
  • Comprende los momentos en que el ser humno ha buscado su propia realización como persona y se ha alejado de ciertas normas encausadas por la sociedad.
  •  Comprende a partir de argumentos, los problemas morales que conlleva definir y poner en práctica, la felicidad, la libertad y el bien.
  • Establece parámetros que permitan identificar las teorías y sistemas religiosos en los que transita el ser humano.

 

RECURSOS MATERIALES

Cuaderno de filosofía, lápiceros, lápices, diccionario de español, Texto Guía

INSTRUCIONES PARA EL DESARROLLO ADECUADO DE LA ACTIVIDAD

 

  •          Disponer de esta guía para trabajar en casa y durante las clases.
  • Leer atentamente  todas las instrucciones que acá se indican.
  • Desarrollar los trabajos propuestos atendiendo a las normas básicas de ortografía, redacción y claridad en las ideas.
  •  Las actividades programadas en esta guía se deben desarrollar y entregar según las condiciones y los tiempos establecidos.
  • Hacer todas las lecturas recomendadas en esta guía de aprendizaje.
  • Disciplina y buen manejo del tiempo para dar cumplimiento a las metas propuestas

TIEMPO DE DURACIÓN

CUATRO SESIONES

CRITERIOS DE EVALUACIÓN

 

  •     Muestra interés en el desarrollo de las actividades
  •   Cumple cabalmente con el desarrollo de las actividades propuestas.
  •          Muestra sentido de responsabilidad en la entrega de los trabajos propuuestos.
  •          Demuestra autonomía en el desarrollo de las actividades.

·         Demuestra responsabilidad en la presentación de las evaluaciones que se asignen.

 

METODOLOGÍA

·      Disponibilidad en los tiempos acordados para aclarar dudas que se presenten con relación al desarrollo de la guía.

·  Desarrollo completo de la guía de aprendizaje, Evaluaciones virtuales,  Análisis de lecturas, actividades de aprendizaje, esquemas, etc.



Guía de aprendizaje  No. 01


Institución Educativa

Teresita Montes

Docente

José A. Saineda Castro

Grado

Área de Filosofía

Nombre estudiante

 




Evidencia de aprendizaje

Reconoce los cambios que se presentarón con el paso del pensamiento medieval al pensamiento renacientista y señala algunas diferencia entre una etapa y la otra, mostrando sentido crítico frente a cada una de las ideas.





FASE DE EXPLORACIÓN

Para comenzar con el desarrollo de la presente guía, es necesario que resuelva los siguientes interrogantes:

1. ¿Qué significa para mí, renacer?
2. ¿Qué significa para mí, cambio de mentalidad?
3. ¿En qué momento considero que son necesarios los cambios de mentalidad?
4. En qué momento de mí vida he cambiado de pensamiento sobre algo? Lo considero importante? Explico mi respuesta. 


FASE DE ESTRUCTURACIÓN

Aprovecho los espacios de la clase y le realizó al profesor las preguntas que me generen dudas.

1. Copio en el cuaderno los contenidos sobre renacimiento presentes en los cuadros de la guía.
2. Observo con mucha atención los vídeos presentes en la guía.
3. Realizo detenidamente la lectura del texto y copio las palabras desconocidas.
3. Aclaro las dudas que se me presenten tanto en los vídeos como en el texto











 




LA DECADENCIA DE LA ESCOLÁSTICA


La decadencia de la Escolástica estuvo determinada por dos corrientes de pensamiento: la mística, que no admitía una defensa racional de la fe, y El nominalismo, que consideraba que el conocimiento debía tener una base experimental.


Roger Bacon y la ciencia experimental

Este filósofo y científico inglés (1212-1294) perteneció a la orden de los franciscanos y representantes más destacados de la escuela de Oxford. En su libro Opus maius hay dos formas de conocer: por argumentación y por experiencia. A su vez, la experiencia es de dos clases: la experiencia interior o iluminación y la experiencia externa o sensorial. La experiencia sensorial es necesaria para adquirir el conocimiento tanto filosófico como no filosófico, pero es insuficiente para darnos conocimientos ciertos acerca del mundo, por lo que es preciso acudir a la iluminación divina.

Bacon no sólo fue famoso por su empirismo, sino por ser una especie de visionario de la aplicación del saber científico al desarrollo de tecnologías. Construyó lupas y otros instrumentos ópticos.


“Cuatro son los impedimentos que encontramos para alcanzar la verdad: el ejemplo de una autoridad frágil que no merece crédito, la duración de la costumbre, el sentido del vulgo imperito y la ocultación de la propia ignorancia con la ostentación de una sabiduría aparente”

Roger Bacon

 


Duns Escoto y la voluntad divina


Este pensador escocés (1266-1308), también de la orden de San Francisco, fue conocido como el “doctor sutil”, por la agudeza de sus ideas. Fue uno de los críticos más incisivos de la filosofía tomista. Escoto se opuso a la idea tomista de que la teología es una ciencia, pues lo que es cierto desde el punto de vista de la fe, es solo algo probable desde el punto de vista racional.  La filosofía no se debe ocupar de temas metafísicos relativos a los atributos de Dios, la inmortalidad del alma o la creación del mundo, pues sobre dichos tópicos no es posible demostrar y conocer nada. Escoto también rechazó la idea tomista de un Dios racional que gobierna al mundo a través de leyes eternas e inmutables. Dios es, más bien, una pura voluntad libre. En consecuencia, el mundo exhibe el orden que exhibe porque Dios lo ha querido así, no porque existan unas leyes inmutables que Dios no pueda, si quiere, cambiar a voluntad.


El maestro Eckhart y la mística

La mística especulativa fue un movimiento alemán que floreció durante los siglos XIII y XIV. Su principal exponente fue el dominico alemán Johann Eckhart (1260-1327). Su idea fundamental consiste en que Dios es un ser trascendente que no podemos comprender a partir de ningún discurso teológico o racional, como creía Santo Tomás. Considera, por tanto, que debe haber una especie de conocimiento de tipo místico que le permita al hombre tener un conocimiento experiencial de Dios. 

Para ello dice, “Debes hundirte en tu mismidad y disolverte en la interioridad de Dios, y tu yo tiene que llegar a ser mi yo en su yo, de un modo tan completo que tú comprendas su ser que no ha llegado a ser y su nada, inefable”


Guillermo de Ockham y el nominalismo crítico

Este pensador inglés (1290-1349), perteneciente a la orden de San Francisco, plantea una filosofía de tiempos de crisis y de transición histórica. Vivió en una época en que la peste y las guerras acabaron con buena parte de la población y cuando el poder del Papa se vio seriamente debilitado debido a la división de la Iglesia, que en este tiempo tenía un Papa en Roma y otro en Aviñón.

En este contexto, Ockham enfiló las armas de su pensamiento en contra de la escolástica y preparó, con sus ideas empiristas y antiaristotélicas, la revolución científica que daría lugar al Renacimiento.  Creó el Nominalismo, doctrina según la cual no hay esencias universales en la realidad, pues esta solo consta de seres particulares. Las esencias, por su parte, son sólo conceptos de la mente.

·Fe sin razón y crítica a la metafísica.

Según Ockham, la razón y la fe no podían armonizarse como pretendió hacerlo el tomismo. Las cuestiones fundamentales de la teología, tales como la existencia de Dios y la inmortalidad del alma, no son demostrables por medio de la razón. Son sólo artículos de fe. Dado que Dios tiene libertad absoluta debido a que es omnipotente, su voluntad no puede estar limitada o determinada por ningún plan u orden. Este voluntarismo radical implicaba que todo lo que existe es contingente, incluso las mismas leyes que rigen el universo. Si no hay un orden, entonces no hay esencias inmutables. Es por eso que es imposible que exista una teología racional.

 

· Crítica a las nociones de causa y sustancia.

La palabra “ser” sólo puede significar aquella realidad que conocemos a través de los sentidos. Por lo tanto, la noción de sustancia hace referencia a algo desconocido que está detrás de las cualidades sensibles de las cosas, que es lo único que podemos conocer. La noción empirista de causa implica que no podemos conocer con certeza cuál es la causa o efecto de un hecho. Dado que todo lo que existe siempre pudo haber sido distinto de como es, el conocimiento de relaciones causales entre fenómenos depende de la experiencia y no de la razón.

 

·Crítica a la idea de inmortalidad.

Nuestra experiencia interna no nos revela la existencia del alma. De lo único que somos conscientes es de una serie de sentimientos y operaciones mentales. Tampoco podemos saber, en consecuencia, si el alma es inmortal e inmaterial. La experiencia más bien parece mostrarnos lo contrario. La creencia en la inmortalidad es un asunto de fe.

·         Pensamiento político.

Ockham fue un gran enemigo del poder absoluto del Papa. En este sentido consideraba que se debía devolver a la Iglesia su sentido de libre comunidad de fieles creyentes. Decía que el ministerio del pontífice debería consistir básicamente en defender la libertad de conciencia y de pensamiento.

“Los conceptos universales son una realidad mental sin fundamento alguno en las cosas; a esto se ha llamado nominalismo: los universales son nombres, signos, actividades de nuestra mente”

 

LA FILOSOFÍA RENACIENTISTA


“Con el Renacimiento comienzan nuevos tiempos. Todo está en movimiento. Se ensayan todas las direcciones: renovación de lo antiguo, vuelta a lo nuevo, exaltación por grandeza conseguida y recaída en la duda; ya espera todo de la clara razón, ya se vuelve a poner la esperanza en los misterios de la naturaleza y en la fuerza del destino; ahora se aclama al hombre como a un segundo Dios, ahora el hombre se declara incapaz de olvidar al Dios verdadero.


En los mismos comienzos del Renacimiento nos encontramos con lo que ha dado el nombre a la época: el renacimiento de lo antiguo. El empuje exterior lo da el contacto de oriente y occidente en los concilios unionistas de Ferrara y Florencia (1438), así como la inmigración en Italia de numerosos sabios procedentes de Bizancio, perdida para occidente en 1453. Pero la misma ciencia medieval había ya suspirado, en sus adentros, por las fuentes genuinas. Ya en 1440 había surgido en la Florencia de los Médicis una nueva Academia platónica que no tardó en brillar con nombres destacados: Pletón, Besarión, Ficino, Pico della Mirandola. Vuelve a haber platónicos, pero también aristotélicos, estoicos y epicúreos. El humanismo desentierra todo lo que es antiguo. Y no solo los libros; también el espíritu de la antigüedad, el espíritu pagano es resucitado a nueva vida. Se rebaja el cielo hasta la tierra. El hombre es “Dios en la tierra”. Mientras todavía Dante había diseñado un orden metafísico y trasmundano, el ser y lo que debe ser ahora el hombre es descrito tal como es, con sus lágrimas y sus risas, con lo que tiene de grave y lo que tiene de ridículo; cualquier cosa, cualquier cosa con tal que sea “humana” merece ser objeto del arte y de la filosofía. En comparación con la Edad media es éste realmente un espíritu nuevo. Compárese también con el Cusano, para quien también es el hombre la medida de todas las cosas, pero sin olvidar al mismo tiempo que el Dios trascendente es la medida última y primordial…


Como mérito especial del Renacimiento se ha celebrado siempre el nacimiento de las modernas ciencias de la naturaleza. Como sus precursores se citan algunos filósofos italianos de la naturaleza, sobre todo Giordano Bruno, (1548-1600), que fue, más que un investigador un bardo de la doctrina del uno-todo. Los verdaderos progresos son los de COPERNICO, KEPLER, GALILEO GALILEI y GASSENDI, seguido mas tarde por BOYLE y NEWTON... En el Renacimiento pervive todavía la Escolástica”. (Tomado del capítulo primero: Renacimiento. Johannes Hirschberger)  

La filosofía renacentista estuvo marcada en su origen por el declive de la teología, en un mundo abocado a la modernidad que, sin renunciar aún a la religión, la circunscribe al ámbito espiritual y personal del individuo. La nueva forma de afrontar los problemas del ser humano será el racionalismo, el uso de la razón aplicada a la sociedad y a la naturaleza. ​ Aun así, la religión siguió presente en buena medida durante esta época, aunque derivó de la teología escolástica hacia el misticismo, hacia una relación con Dios basada más en el sentimiento que en el conocimiento, así como en la acción, la obra de acercamiento a Dios, como se percibe en la obra de Jan van Ruysbroek, Dionisio Cartujano y Tomás de Kempis. ​



La nueva corriente de estos tiempos será el humanismo, más interesado en el hombre y la naturaleza que en las cuestiones divinas y espirituales. El naturalismo impregna todos los ámbitos del saber, y así se habla no solo de la ciencia natural, sino también del derecho natural, la moral natural e, incluso, la religión natural, una religión que abandona todo lo sobrenatural (revelación, dogma) para ser fiel reflejo de la posición del ser humano en el mundo. ​ El humanismo se fundamenta, como el arte, en la oposición a la cultura medieval y el retorno a la antigüedad clásica; sin embargo, buena parte de la filosofía renacentista evoluciona de la medieval en una línea continua que llega hasta Descartes, no en vano la escolástica medieval estaba fundamentada en la filosofía griega platónica y aristotélica.​ Aun así, numerosos humanistas despreciaron el aristotelismo escolástico por ser excesivamente teologizado, y abordaron a Platón desde la obra de sus seguidores posteriores, el llamado neoplatonismo, especialmente desde el terreno de la filosofía estoica que, como la renacentista, incidía más especialmente en el ser humano como medida de todas las cosas. Sin embargo, muchos de estos autores abordaron el tema desde una postura superficial y poco rigurosa, sin profundizar en los aspectos ontológicos y metafísicos de los clásicos griegos, sin analizar la nueva situación intelectual del ser humano alejado de Dios, cuestión que no llegará hasta el cartesianismo.


 El pensamiento humanístic

nació en Italia, especialmente en torno a la Academia Platónica Florentina patrocinada por Cosme de Médici, que aglutinó a pensadores como Marsilio Ficino, Giovanni Pico della Mirandola, Cristoforo Landino, Angelo Poliziano o Benedetto Varchi. Otros se encaminaron más hacia la política, como Nicolás Maquiavelo, forjador del autoritarismo monárquico como seña de identidad de las nuevas naciones-estado surgidas en esta época; o hacia el naturalismo, como Leonardo Da Vinci y Bernardino Telesio. En Francia, el humanismo tuvo un componente más escéptico, representado por Michel de Montaigne o Pierre Charron, mientras que algunas figuras se adhirieron a la reforma protestante, como Pierre de la Ramée o Henri Estienne.​ En Inglaterra destacó la figura de Tomás Moro, canciller de Enrique VIII, quien lo decapitó por oponerse a la reforma anglicana; fue autor de Utopía, un esbozo de estado ideal de reminiscencias platónicas. ​ Pero el más afamado humanista surgió en Holanda: Erasmo de Róterdam, que escribió en latín, con un estilo vivo y elegante, fiel al dogma católico, pero de mentalidad abierta y comprensiva, reflejo de un espíritu de concordia; fue autor del Elogio de la locura (1511).​

 

En Alemania no recaló tanto el humanismo de carácter marcadamente literario como en otros países europeos, y la filosofía se encaminó más a la mística especulativa, heredera del Maestro Eckhart; otras figuras mezclaron esta tendencia con elementos de las ciencias naturales o aún de la alquimia y la astrología, como Agrippa von Nettesheim o Paracelso. Por otro lado, la Reforma protestante contó con figuras como Martín Lutero, Zwinglio, Philipp Melanchthon, Sebastián Franck y Jakob Böhme.

 

En España el pensamiento filosófico no rompió del todo con el pasado medieval, y mostró un especial interés por la lingüística, tanto clásica como vernácula (Antonio de Nebrija, Benito Arias Montano). La corriente escéptica estuvo representada por Francisco Sánchez, mientras que el humanismo antiescolástico —pero heredero de la tradición católica— contó con la figura de Juan Luis Vives, preocupado especialmente por la moral y la educación. Por otro lado, una reacción escolástica estuvo originada por la Contrarreforma tridentina que revivió el misticismo y contó con figuras como santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz.​

 

Por otro lado, además del humanismo hay otras corrientes de pensamiento que a través de diversas vías, aparentemente dispares, convergerán en la filosofía cartesiana y en los fundamentos de la filosofía moderna: una es heredera del pensamiento medieval, representada por Nicolás de Cusa o por la escolástica española; otra está más preocupada por la naturaleza y dará origen a la ciencia física moderna.​ Nicolás de Cusa, cardenal y obispo de Bresanona, intentó conciliar la doctrina católica con la teoría platónica, a través de una noción de Dios infinito y trascendente en el que se aglutinan la verdad y la realidad (De docta ignorantia, 1440). ​ La escolástica española estuvo muy ligada a la Contrarreforma, y se asoció especialmente con la orden de los jesuitas; de influencia tomista, estuvo representada por Francisco de Vitoria, Alfonso Salmerón, Luis de Molina y, especialmente, Francisco Suárez. ​ El estudio de la naturaleza dio en el terreno filosófico la relevante figura de Giordano Bruno, autor de una doctrina panteísta por la que fue quemado por hereje, y defensor de la razón y la experiencia como única vía para conocer el mundo. ​ También influyeron en la filosofía las nuevas teorías científicas de Nicolás Copérnico, Johannes Kepler y Galileo Galilei. ​


Humanismo renacentista

 

El humanismo renacentista es un movimiento intelectual, filosófico y cultural europeo estrechamente ligado al Renacimiento cuyo origen se sitúa en la Italia del siglo XV (especialmente en Florencia, Roma y Venecia), con precursores anteriores, como Dante Alighieri, Francesco Petrarca y Giovanni Boccaccio. Busca los modelos de la Antigüedad Clásica y retoma el antiguo humanismo greco-romano. Mantiene su hegemonía en buena parte de Europa hasta finales del siglo XVI. A partir de entonces se fue transformando y diversificando con los cambios espirituales provocados por el desarrollo social e ideológico: los principios propugnados por la Reforma protestante (luteranismo, calvinismo, anglicanismo) y la Contrarreforma católica; y más adelante (hasta finales del siglo XVIII) la Ilustración y la Revolución francesa.

 


El Humanismo propugnaba, frente al canon eclesiástico en prosa, que imitaba el latín tardío de los Santos Padres y empleaba el simple vocabulario y sintaxis de los textos bíblicos traducidos. En pocos casos estos textos fueron traducidos gracias al trabajo, entre otros, de Averroes y a la infatigable búsqueda de manuscritos por eruditos monjes humanistas en los monasterios de toda Europa. 

En consecuencia el humanismo debía restaurar todas las disciplinas que ayudaran a un mejor conocimiento y comprensión de estos autores de la Antigüedad Clásica, a la que se consideraba un modelo de conocimiento más puro que el debilitado en la Edad Media, para recrear las escuelas de pensamiento filosófico grecolatino e imitar el estilo y lengua de los escritores clásicos, y por ello se desarrollaron extraordinariamente la gramática, la retórica, la literatura, la filosofía moral y la historia, ciencias ligadas estrechamente al espíritu humano, en el marco general de la filosofía: las artes liberales o todos los saberes dignos del hombre libre frente al dogmatismo cerrado de la teología, expuesto en sistemáticos y abstractos tratados que excluían la multiplicidad de perspectivas y la palabra viva y oral del diálogo y la epístola, típicos géneros literarios humanísticos, junto a la biografía de héroes y personajes célebres, que testimonia el interés por lo humano frente a la hagiografía o vida de santos medievales, y la mitología, que representa un rico repertorio de la conducta humana más sugerente para los humanistas que las castrantes leyendas piadosas, vidas de santos y hagiografías de Jacopo della Vorágine y su leidísima Leyenda dorada. Este tipo de formación se sigue considerando aún hoy como humanista.

Foto de archivo - Catedral de Santa María del Fiore en Florencia, Italia. Imagen Paisaje urbano hermoso con techos rojos de renacimiento y de la arquitectura medieval.

 

La emigración de sabios bizantinos: debido a que el Imperio bizantino estaba siendo asediado por los turcos, muchos de ellos buscaron refugio en Europa Occidental, especialmente en Italia, llevando con ellos textos griegos, promoviendo la difusión de la cultura, los valores y el idioma griego. 

La invención de la imprenta: este invento de Gutenberg permitió el abaratamiento del costo y la difusión de los libros, garantizando la difusión masiva de las ideas humanistas y la aparición del sentido crítico contra el magíster dixit o argumento de autoridad medieval.

La llegada al solio pontificio de Tomas Parentucelli, (Papa Nicolás V) y de Eneas Silvio Piccolomini, (Pío II) convierte a Roma en uno de los grandes focos del Humanismo.


La acción de los mecenas: los mecenas eran personas que con su protección política, con su aprecio por el saber antiguo, con su afán coleccionista o con la remuneración económica a los humanistas para que se establecieran o costearan sus obras en la imprenta, facilitaron el desarrollo del Humanismo. Estas personas reunían obras clásicas y llamaban a eruditos conocedores de la literatura griega y romana; por si eso fuera poco, los acogían en sus palacios. Entre los mecenas más destacados sobresalen: la familia de los Médici de Florencia Lorenzo de Médicis, llamado el Magnífico y su hermano Juliano de Médicis, los pontífices romanos Julio II y León X, Cristina de Suecia.

La creación de universidades, escuelas y academias: las universidades (como la de Alcalá de Henares, Lovaina, etc.) y las escuelas del siglo XV contribuyeron en gran parte a la expansión del Humanismo por toda Europa. (Tomado de: página de wikipedia)


ALGUNOS REPRESENTANTES DEL HUMANISMO

 

 Giovanni Pico della Mirandola



(Mirandola, actual Italia, 1463 - Florencia, 1494) Humanista y filósofo italiano. Estudió derecho en la Universidad de Bolonia y en los más importantes centros de Italia y Francia. En pleno auge del Renacimiento, publicó en Roma sus célebres novecientas tesis, tituladas Conclusiones philosophicae, cabalisticae et theologicae (1486). En ellas manifestó la intención de demostrar la verdadera naturaleza del cristianismo, considerándolo como el punto de confluencia de todas las tradiciones filosóficas anteriores, incluidas la filosofía griega, la astrología, la cábala y la magia. Sus teorías fueron combatidas duramente por la curia romana y trece de sus tesis fueron condenadas por los teólogos de la época, motivo por el cual fue perseguido por hereje y pasó tres meses encerrado en la torre de Vincennes. Tras ese período, se encomendó a la protección de Lorenzo el Magnífico, en Florencia. En 1489 publicó Heptaplus, comentario cabalístico sobre el libro del Génesis, y en 1492 De ente et uno, una crítica al platonismo de Marsilio Ficino. Falleció tras ser envenenado por su secretario.

Por sus tesis sobre la superioridad y el protagonismo del hombre en el universo y sobre la libertad de la conciencia y la voluntad humana, el escritor y filósofo italiano Pico della Mirandola es considerado una de las figuras centrales del humanismo. 


Erasmo de Rotterdam


(Desiderio Erasmo de Rotterdam; Rotterdam, 1466 - Basilea, 1536) Humanista neerlandés de expresión latina. Clérigo regular de san Agustín  y sacerdote , pero incómodo en la vida religiosa (que veía llena de barbarie y de ignorancia), Erasmo de Rotterdam se dedicó a las letras clásicas y, por su fama de latinista, consiguió dejar el monasterio como secretario del obispo de Cambrai (1493).

 

Cursó estudios en París (1495) y, tras dos breves estancias en los Países Bajos (1496 y 1498), decidió llevar vida independiente. En tres ocasiones visitó Inglaterra, donde trabó amistad con Jane Colet y Tomás Moro, en cuya casa escribió su desenfadado e irónico Elogio de la locura (1511), antes de enseñar teología y griego en Cambridge.

En sus viajes, Erasmo de Rotterdam visitó también Padua, Siena, Roma (1509) y diversas ciudades de Alemania (1514), en cuyos círculos humanísticos fue acogido de forma triunfal. El papa León X le dispensó de tener que vestir el hábito para que viviese en el mundo y fue nombrado consejero del emperador Carlos V, a quien dedicó la Institución del príncipe cristiano (1516).

Aunque inicialmente no le prestó gran atención, el crecimiento del problema luterano le hizo cada vez más difícil su insistente pretensión de neutralidad. Si en 1517 se había ido a Lovaina, en 1521 hubo de salir de la ciudad y volver a Basilea por lo insostenible de su situación (aun distanciándose claramente de Martín Lutero, insistía en ser no beligerante) y para guardar su independencia. Pero en 1524 lanzó su Disquisición sobre el libre albedrío, con una violenta respuesta de Lutero (Sobre el albedrío esclavo, 1526) y con su correspondiente réplica (Hyperaspistes, 1526). Y, pese a su neutralidad en la pugna de Enrique VIII de Inglaterra con el papa Clemente VII, su Ciceroniano (1527) refleja ya el desengaño de quien ve sus ideales contrariados por los hechos.

Para unos hereje (que preparó el terreno a la Reforma), para otros racionalista solapado u hombre de letras ajeno a la religiosidad (un Voltaire humanista) y para otros gran moralista y lúcido renovador cristiano, Erasmo de Rotterdam quiso unir humanismo clásico y dimensión espiritual, equilibrio pacificador y fidelidad a la Iglesia; condenó toda guerra, reclamó el conocimiento directo de la Escritura, exaltó al laicado y rehusó la pretensión del clero y de las órdenes religiosas de ostentar el monopolio de la virtud.



 Nicolás Maquiavelo


(Florencia, 1469-1527) Escritor y estadista florentino. Nacido en el seno de una familia noble empobrecida, Nicolás Maquiavelo vivió en la Florencia de los Médicis, en tiempos de Lorenzo el Magnífico y Pedro II de Médicis. Tras la caída de Girolamo Savonarola (1498) fue nombrado secretario de la segunda cancillería encargada de los Asuntos Exteriores y de la Guerra de la ciudad, cargo que ocupó hasta 1512 y que le llevó a realizar importantes misiones diplomáticas ante el rey de Francia, el emperador Maximiliano I de Habsburgo y César Borgia, entre otros.

 Su actividad diplomática desempeñó un papel decisivo en la formación de su pensamiento político, centrado en el funcionamiento del Estado y en la psicología de sus gobernantes. Su principal objetivo político fue preservar la soberanía de Florencia, siempre amenazada por las grandes potencias europeas, y para conseguirlo creó la milicia nacional en 1505. Intentó sin éxito propiciar el acercamiento de posiciones entre Luis XII de Francia y el papa Julio II, cuyo enfrentamiento terminó con la derrota de los franceses y el regreso de los Médicis a Florencia (1512).

Como consecuencia de este giro político, Maquiavelo cayó en desgracia, fue acusado de traición, encarcelado y levemente torturado (1513). Tras recuperar la libertad se retiró a una casa de su propiedad en las afueras de Florencia, donde emprendió la redacción de sus obras, entre ellas su obra maestra, El príncipe (Il principe), que Maquiavelo terminó en 1513 y dedicó a Lorenzo de Médicis (a pesar de ello, sólo sería publicada después de su muerte).

En 1520, el cardenal Julio de Médicis le confió varias misiones y, cuando se convirtió en Papa, con el nombre de Clemente VII (1523), Maquiavelo pasó a ocupar el cargo de superintendente de fortificaciones (1526). En 1527, las tropas de Carlos I de España tomaron y saquearon Roma, lo que trajo consigo la caída de los Médicis en Florencia y la marginación política de Maquiavelo, quien murió poco después de ser apartado de todos sus cargos.

La obra de Nicolás Maquiavelo se adentra por igual en los terrenos de la política y la literatura. Sus textos políticos e históricos son deudores de su experiencia diplomática al servicio de Florencia, caso de Descripción de las cosas de Alemania. 

En El príncipe, obra inspirada en César Borgia (destacada figura de la casa de los Borgia), Maquiavelo describe distintos modelos de Estado según cuál sea su origen (la fuerza, la perversión, el azar) y deduce las políticas más adecuadas para su pervivencia. Desde esa perspectiva se analiza el perfil psicológico que debe tener el príncipe y se dilucida cuáles son las virtudes humanas que deben primar en su tarea de gobierno. Maquiavelo concluye que el príncipe debe aparentar poseer ciertas cualidades, ser capaz de fingir y disimular bien y subordinar todos los valores morales a la razón de Estado, encarnada en su persona.


 

Tomás Moro



(Thomas More; Londres, 1478 - 1535) Político y humanista inglés. Procedente de la pequeña nobleza, estudió en la Universidad de Oxford y accedió a la corte inglesa en calidad de jurista. Su experiencia como abogado y juez le hizo reflexionar sobre la injusticia del mundo, a la luz de su relación intelectual con los humanistas del continente (como Erasmo de Rotterdam). Desde 1504 fue miembro del Parlamento, donde se hizo notar por sus posturas audaces en contra de la tiranía.

 

Su obra más relevante como pensador político fue Utopía (París, 1516). En ella criticó el orden político, social y religioso establecido bajo la fórmula de imaginar como antítesis una comunidad perfecta; su modelo estaba caracterizado por la igualdad social, la fe religiosa, la tolerancia y el imperio de la ley, combinando la democracia en las unidades de base con la obediencia general a la planificación racional del gobierno.

A pesar de haber mantenido en el plano teórico estas aspiraciones premonitorias del pensamiento socialista, Tomás Moro fue prudente y moderado en cuanto a la posibilidad de llevarlas a la práctica, por lo que no combatió directamente al poder establecido ni adoptó posturas ideológicas intransigentes.


Acabó rompiendo relación con Enrique VIII por razones de conciencia, pues era un católico ferviente que incluso había pensado en hacerse monje. Moro declaró su oposición a Enrique y dimitió como canciller cuando el rey quiso anular su matrimonio con Catalina de Aragón, rompió las relaciones con el Papado, se apropió de los bienes de los monasterios y exigió al clero inglés un sometimiento total a su autoridad (1532).

Su negativa a reconocer como legítimo el subsiguiente matrimonio de Enrique VIII con Ana Bolena, prestando juramento a la Ley de Sucesión, hizo que el rey le encerrara en la Torre de Londres (1534) y le hiciera decapitar al año siguiente. La Iglesia católica lo canonizó en 1935.


Después de haber hecho una muy buena lectura del texto y haber visto el vídeo, me pongo en contexto con la siguiente actividad, no sin antes recordar que debo ser ordenado u ordenada en la presentación del trabajo y tener claridad en mis respuestas aprovechando mi sentido crítico.

1. Escribo 10 palabras que me son desconocidas y busco su significado.

2. Establezco la diferencia entre la Filosofía Medieval con la Filosofía del Renacimiento.

3. Señalo los factores que generaron los cambios de mentalidad en los pensadores renacentistas y argumento las respuestas. 

4. Señalo el lugar dónde se generaron los primeros inicios de la filosofía renacentista y explico de que forma se empezó a manifestar. 


FASE DE SALIDA

 

 

 

  En esta última fase tengo en cuenta la manera adecuada de presentar el trabajo completo, como letra muy legible si es a mano, buen manejo de ortografía, responsabilidad para presentar mi trabajo de manera autentica y sin plagio. Recuerdo que con el plagio me haré acreedor o acreedora a una mala nota.

1. Escribo las ideas centrales del pensamiento de Pico della Mirandola, Erasmo de Rotterdam, Nicolás Maquiavelo y Tomás Moro.

2. Repaso muy bien la guía para la evaluación.


BIBLIOGRAFÍA: 

Historia de la Filosofía, editorial Santillana Grado 10°

Apartes del Texto sobre el Reanacimiento, autor Johannes Hirschberger 

Imágenes tomadas de páginas de internet.

Vídeos tomados de Youtube 

Dicicionario de Filosofía, Ed. Panamericana.