FILOSOFÍA GRADO DÉCIMO: FILOSOFÍA ÁTICA
GUÍA
01 - PERIODO 2
Luego de
haber reflexionado un poco de nuestro acontecimiento actual y de buscar
respuestas sencillas a nuestra existencia, los invito a que conozcamos un poco
sobre la manera como algunos filósofos griegos se preguntaron por el ser humano
y su sentido de vivir.
Pero...
¿Será verdad que el ser humano está compuesto de cuerpo y alma? ¿Qué sentido
tiene el comportarnos bien si de todas maneras vamos a morir? ¿y de dónde
diablos salieron con la idea de lo bueno y lo malo? ¿ y eso quién lo inventó y
para qué?.
FILOSOFÍA SOCRÁTICA
GRADO |
DÉCIMOE |
DOCENTE |
José A. Saineda Castro |
TÍTULO DE LA UNIDAD |
LOS SOCRÁTICOS |
COMPETENCIA
GENERAL |
Reconoce la importancia que tiene el
reflexionar de los filósofos
griegos para en el hombre de hoy, y de qué manera éstos pensadores dieron ese
aporte en el ámbito cultural, social, político y cultural. Genera debates frente a determinados
temas y busca argumentar de una manera respetuosa frete a sus compañeros. . |
COMPETENCIA |
LECTURA CRÍTICA |
COMPONENTE |
ANTROPOLÓGICO |
CONTENIDO TEMÁTICO |
· Sócrates y Platón · Los sofistas y Sócrates. · Sócrates. ·
La Fiolosofia de Sócrates. · El método socrático: La ironía y la Mayéutica. · Escuelas socráticas. · Platón. · El Dualismo Platónico: cuerpo y alma. · La teoría de la reminicencia ·
Aristóteles. ·
Problemas del conocimiento. ·
Conceoto de hilemorfismo. ·
Ley de las cuatro causas. ·
Lógica
aristotélica. |
APRENDIZAJE ESPERADO: |
· Comprende los principales aportes dados con el inicio
de las primeras reflexiones filosóficas en Grecia. · Identifica los nuevos interrogantes que surgieron
dentro de los primeros filósofos. · Establece diferencias entre el pensamiento mítico y el
pensamiento de la razón. · Analiza y explica por medio de escritos las ideas
principales surgidas dentro de los inicios de la filosofía. |
DERECHOS
BÁSICOS DE APRENDIZAJE: |
· Muestra sentido
crítico frente a las posturas ajenas y a las propias, generando un espíritu
de autocrítica que conllevan al verdadero reflexionar filosófico. · Comprende a partir de argumentos, las principales ideas
que se generaron en los presocráticos y cómo la búsqueda de la verdad se
convirtió en un elemento clave de su filosofía. · Establece criterios que permiten valorar la importancia
de la filosofía en las sociedades griegas.
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RECURSOS
MATERIALES |
Cuaderno de filosofía, lápiceros,
lápices, diccionario de español, Texto Guía |
INSTRUCIONES
PARA EL DESARROLLO ADECUADO DE LA ACTIVIDAD |
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TIEMPO DE
DURACIÓN |
CUATRO SESIONES |
CRITERIOS DE
EVALUACIÓN |
· Demuestra responsabilidad en la presentación de las
evaluaciones que se asignen.
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METODOLOGÍA |
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Guía
No. 02 - Periodo 2
Institución Educativa |
Teresita Montes |
Docente |
José A. Saineda Castro |
Grado: 11 |
Área de Filosofía |
Nombre estudiante |
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Fecha de entrega: del 3 al 7 de mayo. |
Fecha de devolución: Entre el 24 al 28 de mayo. |
Evidencia de aprendizaje |
Explica
las principales ideas que se dieron en el pensamiento socrático y platónico y
cómo estas aún poseen vigencia en muchos pensadores actuales y en la sociedad actual. |
TIEMPO DE DURACIÓN |
4 SESIONES |
FASE DE EXPLORACIÓN
Para esta
fase conviene que escribamos en el trabajo las siguientes preguntas seguidas con
sus respectivas respuestas.
1. Pregúntale a tu papá, mamá o dos
familiares cercanos, qué es para ellos el ser humano y escribe en el cuaderno
sus respuestas.
2. Después de lo anterior, les pregunta sobre cuáles son
los principales interrogantes que han tenido en su vida y cómo han buscado
aclarar sus dudas. Escribe las respuestas.
3. ¿Preguntales
qué diferencia encuentran ellos entre el actuar del hombre y el animal?
4. ¿Qué
concepto tienen tus padres o familiares acerca del alma? Escribe las
respuestas.
5. ¿Tu
crees que es posible llegar a una verdad absoluta? Argumenta tus respuestas.
6. Analiza
las respuestas que dieron tus padres o familiares cercanos y escribe tu propio
concepto frente a lo que piensas.
LUEGO DE
HABER DESARROLLADO DE FORMA RESPONSABLE MI PRIMERA ACTIVIDAD, CONTINÚO CON LA
SIGUIENTE FASE
FASE DE ESTRUCTURACIÓN.
Para el desarrollo de la presente fase es muy importante continuar con el sentido de responsabilidad para la realización de la lectura del texto y la observación de los vídeos.
Comenzamos con la observación de los vídeos y luego con la lectura del texto, teniendo muy en cuenta la selección de 10 palabras que me sean más desconocidas para luego crear oraciones dónde se aplique su significado.
FILOSOFÍA ÁTICA
SÓCRATES Y PLATÓN
Platón vivió en la Atenas de los siglos V y IV
a.C. El siglo V a.C fue un siglo
convulso. Comenzó con las Guerras Médicas (490-479), que enfrentaron a los
griegos contra el imperio persa, resultando vencedores los primeros. Esta victoria
condujo a Atenas a una posición hegemónica que produjo el desarrollo del
comercio, la economía, la cultura y la política. Entre los años 447 y 438 a.C
se reconstruyó la acrópolis, donde se construyeron importantes edificios como
el Partenón.
Con el gobierno de Pericles en Atenas (462-429
a.C) se consolidó la democracia. La ciudad dispuso de un espacio (el ágora) en
el que los ciudadanos atenienses iguales ante la ley podían expresarse en
condiciones de igualdad, pues tenían igualdad de palabra. Todos los ciudadanos
libres podían participar en la asamblea, de ahí la importancia de la oratoria y
la retórica, disciplinas en las que se especializaron los SOFISTAS.
Sócrates y Platón mostraron su rechazo a los
sofistas y elaboraron una filosofía basada en el diálogo y la búsqueda de la
verdad. Una de las claves de su pensamiento fue la educación de los ciudadanos
para crear una polis en la que imperara la justicia.
La Guerra Del Peloponeso (431- 404 a.C), que
enfrentó a Atenas contra Esparta, supuso el fin del dominio ateniense. Los
espartanos impusieron en Atenas el gobierno de los Treinta Tiranos, entre los
que se encontraban familiares de Platón y amigos y discípulos de Sócrates.
LOS SOFISTAS Y
SÓCRATES
Tras la reflexión de los primeros filósofos por
la naturaleza, con los sofistas y Sócrates se lleva a cabo un giro
antropológico en la filosofía. Ya no se pretende tanto desentrañar los
misterios sobre el origen y la composición del cosmos, sino que la reflexión se
centra en el ser humano y el ciudadano.
LOS SOFISTAS
Los sofistas surgieron con la consolidación de
la democracia y el consiguiente desmoronamiento de la antigua ARETÉ (virtud)
vinculada al linaje y a la aristocracia. Con el advenimiento de la democracia,
la posibilidad de acceder al poder se amplió y los atenienses debían
presentarse ante la Asamblea de ciudadanos para defenderse en los pleitos o
para conseguir cargos públicos; por ello se hizo necesario dominar el arte de
la PERSUASIÓN.
De ahí que las enseñanzas de los sofistas se
centrarán en el arte de la retórica y la oratoria a cambio de unos honorarios,
este carácter venal escandalizaba en una época en la que no se consideraba
digno recibir un salario a cambio de la transmisión de un saber como la
filosofía.
Originalmente, el término sofista significaba
“aquél que sabe”. Adquirió un sentido peyorativo debido a la enemistad de este
grupo con Sócrates y Platón, que los describían como personas hábiles en el
arte de la persuasión que defendían argumentos engañosos. Pero, en realidad,
fueron enormemente cultos y compusieron notables discursos, como el Elogio de
Elena de Gorgias.
Los sofistas se caracterizaban por:
- Enseñar cuestiones prácticas: destacaron en la retórica, la oratoria, y la erística, el arte de la discusión.
Por ejemplo, como parte de estas enseñanzas, acostumbraban a sus
estudiantes a defender el argumento más débil como si fuera el más fuerte.
- Además, eran relativistas y subjetivistas. No creían que
hubiera verdaderos valores morales universales, ya que estos, incluidas
las creencias religiosas, estaban determinados tanto por el sujeto como
por la sociedad a la que pertenecía.
- En cuanto al conocimiento eran
escépticos, debido tanto a la falibilidad de nuestras facultades
cognitivas como a la mutabilidad del mundo empírico.
Dos de los sofistas más destacados fueron
Protágoras y Gorgias. Protágoras se hizo célebre por su sentencia: “El hombre
es la medida de todas las cosas, de las que son, en cuanto que son, y de las
que no son, en cuanto que no son” (Platón, Teeteto), con la que expresó el relativismo del conocimiento y la
afirmación de la importancia de la perspectiva personal.
Gorgias expuso tres argumentos con los que
negaba cualquier verdad objetiva: “ El primero es que nada existe; el segundo,
que aunque exista algo es incognoscible para el hombre; y el tercero, que aun
cuando fuera cognoscible, no puede ser comunicado ni expresado a otros” (Sexto
Empírico, contra las matemáticas)
LECTURA CRÍTICA |
“Protágoras fue el primero que dijo que sobre
cualquier tema hay dos razonamientos opuestos entre si. (…). En alguno de sus
escritos comienza de este modo: “De todas las cosas la medida es el hombre,
de las que son en cuanto son, y de las que no son en cuanto no son”. Afirmaba que el alma no es nada la margen de
las sensaciones, como dice precisamente Platón en el Teetero (…). Y en otro
de sus escritos comenzó de esta forma: “Acerca delos dioses no puedo saber ni
cómo son ni cómo no son porque muchos son los impedimentos para saberlo: la
oscuridad del tema y lo breve que es la vida humana”. A causa de este proemio
de su escrito fue desterrado de Atenas. Y los atenienses quemaron sus libros
en el ágora”.
Diógenes
Laercio, vida de los filósofos.
·
¿Qué significa para ti la frase “De todas las cosas la medida es el
hombre? ·
¿Estás de acuerdo con el postulado planteado por Protágoras respecto a
la imposibilidad de conocer a los dioses? ¿Existen los dioses? Explica tu
respuesta. |
I. SOCRATES (469 – 399)
(Atenas, 470 a.C. - id., 399 a.C) Filósofo griego.
Pese a que no dejó ninguna obra escrita y son escasas las ideas que pueden
atribuírsele con seguridad, Sócrates es una figura capital del pensamiento
antiguo, hasta el punto de ser llamados presocráticos los
filósofos anteriores a él. Rompiendo con las orientaciones predominantes
anteriores, su reflexión se centró en el ser humano, particularmente en la
ética, y sus ideas pasaron a los dos grandes pilares sobre los que se asienta
la historia de la filosofía occidental: Platón, que fue discípulo directo suyo,
y Aristóteles, que lo fue a su vez de Platón.
Sócrates fue hijo de una comadrona, Fenarete, y de un escultor, Sofronisco,
emparentado con Arístides el Justo. Pocas cosas se conocen con certeza de la
biografía de Sócrates, aparte de que participó como soldado de infantería en
las batallas de Samos (440), Potidea (432), Delio (424) y Anfípolis (422). Fue
amigo de Aritias y de Alcibíades, al que salvó la vida.
La
mayor parte de cuanto se sabe sobre él procede de tres contemporáneos suyos: el
historiador Jenofonte, el comediógrafo Aristófanes y el
filósofo Platón. El primero retrató a Sócrates como un sabio absorbido por la
idea de identificar el conocimiento y la virtud, pero con una personalidad en
la que no faltaban algunos rasgos un tanto vulgares. Aristófanes lo hizo objeto de sus
sátiras en una comedia, Las nubes (423), donde se le
identifica con los demás sofistas y es caricaturizado como engañoso artista del
discurso.
Estos dos testimonios matizan la imagen de Sócrates ofrecida por Platón en sus Diálogos, en los que aparece como figura principal, una imagen que no deja de ser en ocasiones excesivamente idealizada, aun cuando se considera que posiblemente sea la más justa.
Se tiene por cierto que Sócrates se casó, a una edad algo avanzada, con
Xantipa, quien le dio dos hijas y un hijo. Cierta tradición ha perpetuado el
tópico de la esposa despectiva ante la actividad del marido y propensa a
comportarse de una manera brutal y soez. En cuanto a su apariencia, siempre se
describe a Sócrates como un hombre rechoncho, con un vientre prominente, ojos
saltones y labios gruesos, del mismo modo que se le atribuye también un aspecto
desaliñado.
La mayéutica
Al parecer, y durante buena parte de su vida, Sócrates se habría dedicado a
deambular por las plazas y los mercados de Atenas, donde tomaba a las gentes
del común (mercaderes, campesinos o artesanos) como interlocutores para
sostener largas conversaciones, con frecuencia parecidas a largos
interrogatorios. Este comportamiento correspondía, sin embargo, a la esencia de
su sistema de enseñanza, la mayéutica.
El propio Sócrates comparaba tal método con el oficio de comadrona que
ejerció su madre: se trataba de llevar a un interlocutor a alumbrar la verdad,
a descubrirla por sí mismo como alojada ya en su alma, por medio de un diálogo
en el que el filósofo proponía una serie de preguntas y oponía sus reparos a
las respuestas recibidas, de modo que al final fuera posible reconocer si las
opiniones iniciales de su interlocutor eran una apariencia engañosa o un
verdadero conocimiento.
En sus conversaciones filosóficas, al menos tal y como quedaron reflejadas
en los Diálogos de Platón, Sócrates sigue, en efecto, una
serie de pautas precisas que configuran el llamado diálogo socrático.
A menudo comienza la conversación alabando la sabiduría de su interlocutor y
presentándose a sí mismo como un ignorante: tal fingimiento es la llamada ironía
socrática, que preside la primera mitad del diálogo. En ella, Sócrates
proponía una cuestión (por ejemplo, ¿qué es la virtud?) y alababa la respuesta
del interlocutor, pero luego oponía con sucesivas preguntas o contraejemplos
sus reparos a las respuestas recibidas, sumiendo en la confusión a su
interlocutor, que acababa reconociendo que no sabía nada sobre la cuestión.
Tal logro era un punto esencial: no puede
enseñarse algo a quien ya cree saberlo. El primer paso para llegar a la
sabiduría es saber que no se sabe nada, o, dicho de otro modo, tomar conciencia
de nuestro desconocimiento. Una vez admitida la propia ignorancia, comenzaba
la mayéutica propiamente dicha: por medio del diálogo, con
nuevas preguntas y razonamientos, Sócrates iba conduciendo a sus interlocutores
al descubrimiento (o alumbramiento) de una respuesta precisa a la cuestión
planteada, de modo tan sutil que la verdad parecía surgir de su mismo interior,
como un descubrimiento propio.
La filosofía de Sócrates
La cuestión moral del conocimiento del bien estuvo en el centro de las enseñanzas de Sócrates, con lo que imprimió un giro fundamental en la historia de la filosofía griega, al prescindir de las preocupaciones cosmológicas de sus predecesores. Como se ha visto, el primer paso para alcanzar el conocimiento consistía en la aceptación de la propia ignorancia, y en el terreno de sus reflexiones éticas, el conocimiento juega un papel fundamental. Sócrates piensa que el hombre no puede hacer el bien si no lo conoce, es decir, si no posee el concepto del mismo y los criterios que permiten discernirlo.
El ser humano aspira a la felicidad, y hacia
ello encamina sus acciones. Sólo una conducta virtuosa, por otra parte,
proporciona la felicidad. Y de entre todas las virtudes, la más importante es
la sabiduría, que incluye a las restantes. El que posee la sabiduría posee
todas las virtudes porque, según Sócrates, nadie obra mal a sabiendas: si, por
ejemplo, alguien engaña al prójimo es porque, en su ignorancia, no se da cuenta
de que el engaño es un mal. El sabio conoce que la honestidad es un bien,
porque los beneficios que le reporta (confianza, reputación, estima,
honorabilidad) son muy superiores a los que puede reportarle el engaño
(riquezas, poder, un matrimonio conveniente).
El ignorante no se da cuenta de ello: si lo
supiese, cultivaría la honestidad y no el engaño. En consecuencia, el hombre
sabio es necesariamente virtuoso (pues conocer el bien y practicarlo es, para
Sócrates, una misma cosa), y el hombre ignorante es necesariamente vicioso. De
esta concepción es preciso destacar que la virtud no es algo innato que surge
espontáneamente en ciertos hombres, mientras que otros carecen de ella. Todo lo
contrario: puesto que la sabiduría contiene las demás virtudes, la virtud puede
aprenderse; mediante el entendimiento podemos alcanzar la sabiduría, y con ella
la virtud.
Sin embargo, en los Diálogos de Platón resulta difícil distinguir cuál es la
parte de lo expuesto que corresponde al Sócrates histórico y cuál pertenece ya
a la filosofía de su discípulo. Sócrates no dejó doctrina escrita, ni tampoco
se ausentó de Atenas (salvo para servir como soldado), contra la costumbre de
no pocos filósofos de la época, y en especial de los sofistas. Si, como parece,
las ideas éticas antes expuestas son del propio Sócrates, su filosofía se sitúa
en la antípodas del escepticismo y del relativismo moral de los sofistas, pese
a lo cual, y a causa de su pericia dialéctica, fue considerado en su tiempo
como uno de ellos, tal y como refleja la citada comedia de Aristofánes.
Con su conducta, Sócrates se granjeó enemigos
que, en el contexto de inestabilidad en que se hallaba Atenas tras las guerras
del Peloponeso, acabaron por considerar que su amistad era peligrosa para
aristócratas como sus discípulos Alcibíades o Critias; oficialmente acusado de
impiedad y de corromper a la juventud, fue condenado a beber cicuta después de
que, en su defensa, hubiera demostrado la inconsistencia de los cargos que se
le imputaban.
Según relata Platón en la Apología que
dejó de su maestro, Sócrates pudo haber eludido la condena, gracias a los
amigos que aún conservaba, pero prefirió acatarla y morir, pues como ciudadano
se sentía obligado a cumplir la ley de la ciudad, aunque en algún caso, como el
suyo, fuera injusta; peor habría sido la ausencia de ley.
A Sócrates se le tuvo por sofista a pesar de las grandes diferencias que tuvo con ellos. Nació en Atenas (470 a.c); no le interesó el lucro ni cobraba honorarios por sus enseñanzas. El hombre ocupa el puesto central de su pensamiento. Nada dejó escrito. Hablaba con todo el que hallaba al paso. Su antropología se puede resumir con la máxima: “Conócete a ti mismo”.
El arte que empleó para conducir a sus interlocutores a descubrir la verdad se le llamó MAYEUTICA. Hacía sobretodo sentir que nunca puede uno ufanarse de haber llegado a la meta del saber y la virtud. De sí mismo afirmaba: “Sólo sé que nada sé...” en esto conocía su ironía, y éste fue su gran instrumento de educación en el trato con los hombres.
En el año 399 a.c fue acusado y condenado a beber la cicuta por impiedad y por corromper a la juventud dándoles informaciones que en su tiempo eran prohibidas.
Platón ha comentado y exaltado a Sócrates en sus obras: “La Apología”, “El gritón y “El Fedón”.
Escuelas Socráticas
En el 399, a la muerte de Sócrates sus discípulos se dispersar y algunos de ellos fundaron escuelas filosóficas. Ninguna de ellas representa el genuino pensamiento de Sócrates, sino que desarrollan con autonomía algunos de los temas cuyo tratamiento iniciara el maestro a lo que agregarían numerosos elementos tomados de los sofistas e incluso de los filósofos presocráticos.
La Academia – Platón
Se desarrollan en La Academia, los aspectos científicos y psicológicos de la doctrina socrática. Platón elabora su propia doctrina de las Ideas a partir de la búsqueda socrática de la definición y el concepto. E inspirándose también en Pitágoras profundizará el tema del alma.
·Escuela Margárica: (Euclides de Megara) 452 – 380 a.c.
Continúa las doctrinas de Parménides y Zenón de
Elea, con algunas modificaciones que fueron sugeridas a Euclides tras el
contacto con Sócrates.
Euclides identifica el Ser con el Bien y con
Dios (es posible que Sócrates haya defendido alguna suerte de monoteísmo) y
considera que todas las virtudes se reducen a una sola, pero designada con
distintos nombres (doctrina que también se remonta a Sócrates).
Estilpón, uno de los continuadores de Sócrates,
atacó la doctrina platónica de las Ideas, afirmando que sólo existe lo singular
actual y negando la existencia de los géneros y las especies universales. Su
ética influirá en la aparición del estoicismo, puesto que aparentemente Zenón
de Citio fue discípulo suyo.
·Intentó una síntesis entre el
eleatismo (de Elea) y el socratismo. El ser inmóvil e invariable de los
eleáticas es para él el bien. Fue cayendo poco a poco en la charlatanería, el
truco y el engaño. “Tú tienes lo que no
has perdido, no has perdido los cuernos, luego, tienes cuernos”.
·Escuela de Elis y Eretría: Fue iniciada por Fedón, esclavo que alcanzó la libertad gracias a Sócrates. Se considera la Filosofía el camino hacia la verdadera libertad y la salud del alma.
·Escuela Cínica: Nada hay valioso en el mundo fuera de la virtud, ella Solo se basta. “Antes loco que ceder al placer” (Antístones). Lo anterior conduce también a un desprecio general de cultura, del pudor y de las costumbres, de la ciencia, de la religión, de los lazos civiles y nacionales. De ahí que el actual concepto de “cínico” significa que desaprehensivo e insensible a las conveniencias sociales hasta la grosería. El ideal del cínico está constituido por una vida capaz de bastarse a sí misma, ruda y libre de necesidades, que repudia todo artificio y convención social para volver a la naturaleza. Entre sus principales exponentes está DIOGENES DE SINOPE.
Diógenes de Sinope fue el más claro exponente
de la actitud de los cínicos: atacó los convencionalismos sociales, buscó lo
natural en la vida de los animales, los pueblos bárbaros y fue absolutamente
independiente. La escuela cínica, con
diversas idas y venidas que la llevaron en algún momento a confundirse con el
estoicismo, perduró hasta la caída del Imperio Romano.
En dirección diametralmente opuesta se
encuentra la:
·Escuela Cirenaica: (Aristípo de Cirene): Impera el
hedonismo (búsqueda del placer) . El valor hay que buscarlo exclusivamente en
el placer y concretamente el que se percibe en la impresión sensible, no en las
ideas y conceptos.
Aristipo, discípulo de Protágoras y luego
de Sócrates es el más claro representante de la moral
del hedonismo. No hay más fuente de conocimiento que la sensación y
ésta solo posee un valor subjetivo (relativismo de Protágoras). La
sensación es pues, la única guía del hombre. El fin de toda moral es el de
buscar sensaciones agradables, actuales y principalmente corporales. La razón,
sin embargo (y aquí se observa el sello de Sócrates) debe dirigir al hombre en la
elección de tales placeres. Por su rechazo a todo tipo de convencionalismo
social, la escuela de Cirene está bastante cerca de la escuela cínica.
II. PLATÓN (428 - 347
a.c)
Discípulo de Sócrates a los 20 años, consagra su memoria haciéndolo interlocutor principal en casi todos sus diálogos.
Su teoría del conocimiento establece que la opinión sensible es apariencia ilusoria y falaz y corresponde a los fenómenos, en cambio, la verdadera realidad es lo que corresponde a los fenómenos, en cambio, la verdadera realidad es lo que corresponde al conocimiento verdadero, o sea al conocimiento de las esencias o tipos universales o ideas. Estás corresponden a su vez al mundo de las ideas, al mundo suprasensible, y aquellas al mundo sensible, material y terráqueo. He aquí el idealismo platónico, que convierte la antítesis entre los fenómenos y las sustancias (o sea entre los datos de la sensibilidad y exigencias del intelecto) sobre el cual, desde Tales en adelante giraba toda la metafísica griega, en dualismo o separación de DOS MUNDOS: Las ideas constituyen el mundo eterno de la realidad, separado del mundo de las cosas, al cual debemos llegar si es que es realmente queremos obtener un verdadero conocimiento.
La teoría de la
reminiscencia:
Platón dice que el alma puede buscar y
encontrar las ideas porque las ha contemplado en el mundo de la verdad eterna
antes de entrar en el cuerpo. Este se convierte en una pesada carga para
aquella, es como una cárcel, una prisión. Cuando en el mundo material el alma
aprehende las cosas simplemente lo que hace es recordar o recuperar aquello que
permanecía oculto en el alma. Pero este mito de la contemplación de las ideas
anterior al nacimiento quiere significar, esencialmente que el alma, por su
naturaleza divina e inmortal, tiene una capacidad innata para extraer de su
interioridad, mediante el esfuerzo y la actividad intelectual, el conocimiento
de las ideas eternas, y constituir así la ciencia del ser verdadero.
En síntesis las cosas sensibles son las que despiertan en nosotros el recuerdo de las ideas, porque son como sombras de ellas, sombras más allá de las cuelas no sabe ir quién permanece prisionero de la percepción sensible, enterrado en el cuerpo como en una oscura caverna, pero detrás de las cuales el filósofo ve la realidad y la luz del mundo ideal.
A la dialéctica, o ciencia de las ideas, le corresponde distinguir cuáles concuerdan entre ellas y cuáles se excluyen, cuáles unen y cuáles dividen. Las ideas más importantes para Platón son cinco: El ser, el reposo, el movimiento, lo idéntico y distinto. Pero la suprema entre todas es la idea del Bien, Sol del mundo ideal, que difunde sobre todas las otras su luz y su calor, dando ser y verdad a lo conocido y capacidad intelectiva al cognoscente.
En los últimos años, Platón, volviendo sentir en medida creciente la influencia de los pitagóricos, identifica las ideas con los números. No los números matemáticos (que los pitagóricos consideraban esencia de las cosas) sino los números ideales, que trascienden las cosas sensibles.
La creación del mundo: Dios y la materia. El bien constituye la naturaleza misma de Dios (al que Platón llamó el Demiurgo), que es creador y ordenador del mundo, conformado por él a imitación de un modelo eterno. El bien no puede ser causa del mal: existe entonces una concausa, que se le opone y resiste, es decir, la materia, fuente de todo defecto, mutabilidad y multiplicidad. Así la causa física (materia) resiste a la causa final (alma del mundo e ideas), y por eso las cosas no pueden ser sino copias imperfectas de las ideas, sombras de su esplendor.
El hombre: El alma inmortal, sus partes y su destino. El hombre que es la unión del cuerpo y del alma, tiene su verdadera esencia en ésta, que es de naturaleza idéntica a la de las ideas (simples, indivisibles, inmutables e inmortales).
El alma se ha dividido según Platón en tres facultades: El alma racional (ubicada en la cabeza), el alma pasional (pecho) y el alma apetitiva (vientre).
La función ética del estado. El estado debe procurar el mayor bien de los ciudadanos; pero no un bien material, de comodidades y de goces, estímulo a la avidez, intemperancia e injusticia, sino más bien y sobre todo, el bien espiritual. Y por eso se debe mantener en el estado ese mismo orden jerárquico que es necesaria en el alma individual, a cuya semejanza la sociedad también se distingue en tres partes o clases, teniendo cada una, una índole, función o norma ideal o virtud propia.
Las tres clases y las virtudes. Son las tres clases sociales en las que se divide el estado: LOS FILOSÓFICOS, cuya virtud es la sabiduría; LOS GUERREROS, cuya virtud es el coraje; los trabajadores manuales y comerciantes, cuya virtud es la templanza. si cada una de estas tres clases cumple con su cometido, y ninguna invade el campo de las otras, ni altera las relaciones de subordinación, la justicia reinará. Y en lo que respecta a la educación, esta debe ser sólo para las dos primeras clases sociales. La crianza y la educación son gobernadas por el estado.
III. Aristóteles
(384 - 322)
Nacido en Estágira y por tal razón es llamado
muchas veces “el estagirita”. A los 18 años fue discípulo de Platón en Atenas,
hijo el médico del rey de Macedonia; en el año 343 fue llamado a la corte
macedónica como maestro de Alejandro Magno, en el año 335 onda en Atenas su
escuela cerca al templo Apolo Liceo (Escuela Peripatética o Liceo) y se dedica
enteramente a ella hasta que, muerto Alejandro Magno (323) el partido anti
macedónico, con una acusación de impiedad, lo obliga retirarse a Calcidia en
donde muere (322).
Sus obras se clasifican en cinco grupos:
1. Libros
de lógica (Órganon)
2. Libros
de retórica y poética
3. Libros
de ciencias naturales (física, biología y psicología)
4. Libros
sobre LA FILOSOFIA PRIMERA (llamado libros de metafísica)
5. libros
de moral y de política.
Problema del conocimiento: Para Aristóteles todo conocimiento
empieza por una percepción sensible. el alma no puede pensar sin
representaciones sensibles. Aquí existe un tipo de alma diferente a la de
Platón y también un tipo de conocimiento diferente, pues para éste, el conocer,
se deducía de las ideas innatas, y para Aristóteles, de la experiencia, de la
percepción sensible. Todo conocimiento tiene su origen en los sentidos. Si
falta algún sentido, también faltan los correspondientes conocimientos. Un
ciego de nacimiento no tiene conocimiento de los colores.
El nombre de METAFISICA y de la Lógica están
estrechamente vinculados con la filosofía aristotélica. El escribió la primera
metafísica de la historia sin embargo no usa la palabra metafísica para
determinar su teoría del ser sino “FILOSOFIA PRIMERA” o “SABIDURIA”.
La metafísica para este filósofo es una “ciencia” que no Investiga
regiones particulares del ser, sino al mismo ser en general, es decir, el ser
como tal, en cuanto ser. Metafísica, es pues, “ciencia” del ser, ontología.
El HILEMORFISMO
Recibe este nombre la teoría acerca de la
materia y de la forma.
Las condiciones constitutivas del individuo natural son esencialmente dos: la materia y otro, es forma; pero su plenitud concreta en la resultante de ambas, su unidad.
Todo caso material está en potencia de adquirir una forma.
La materia de un hombre es orgánica y su forma humana.
Aristóteles reafirma qué el problema ciencia es justamente el siguiente: explica los fenómenos y la realidad natural; y la tarea de la filosofía, por encima de las investigaciones particulares de las ciencias particulares, es la de indagar los principios y las causas de los seres en cuanto seres.
La explicación del mundo tiene que ser buscada en el interior de las cosas mismas y no fuera de ellas: ahora bien, Platón coloca las sustancias (ideas o formas) fuera de las cosas, y en el interior de ella se coloca la negatividad que se resiste y se revela (materia).
Las cuatro causas: Materia y Forma y su unidad. Analicemos
la existencia de un individuo, natural o artificial (hombre y Estatua): él nace
porque existe quién lo procrea (padre, escultor), y se constituye de materia
(orgánica) y recibe una forma (humana o de otra figura), que es justamente el
fin al cual tiende su desarrollo natural o su producción artificial. Las
condiciones o causas de su existencia son, pues, cuatro: la causa eficiente o
motora, la materia, la formal y la final. Por esto las condiciones
constitutivas del individuo humano son esencialmente dos: la materia y la
forma. La sustancia, dice Aristóteles, desde un cierto aspecto, es materia;
desde otro, es forma.
Las categorías. Las determinaciones esenciales de la realidad son enumeradas por Aristóteles en el catálogo de las diez categorías: sustancia, cantidad, calidad, relación, lugar, tiempo, situación, hábito, acción y pasividad.
Potencia y acto: el desarrollo. Pero la unidad de la que nos habla el estagirita entre la materia y la forma, únicamente es posible en cuanto ellas no están, como para Platón, separadas de sitio y no son incompatibles por naturaleza. Materia significa, si, falta de determinaciones o formas, pero también potencia de ellas; y por ello también aspiración y esfuerzo hacia el acto o forma en la cual se realiza tal potencia. De esta manera, la unión de materia y forma es pasaje de la potencia al acto, es decir, desarrollo.
El problema del individuo en Aristóteles consiste en que el individuo es sustancia, el ser por excelencia, que como tal debería ser el verdadero objeto de la ciencia. En cambio, para Aristóteles el saber es únicamente saber de lo universal y de lo necesario, y no se da ciencia de lo particular y de lo contingente.
Dios, motor inmóvil, pensamiento del
pensamiento.
Al concepto de Dios, Aristóteles llega
partiendo del problema del devenir y de sus causas. Toda la realidad natural es desarrollo,
cambio, movimiento; pero todo movimiento supone una causa motora que lo
engendre. Pero un motor puede imprimir
movimiento a otro cuerpo solo en cuanto el mismo se halle en movimiento; de ahí
que su movimiento requiera a su vez una causa motora, por la cual la nueva
exigencia se renueva y así sucesivamente hasta el infinito: por eso en la serie
de las causas motoras no se encuentra nunca una causa primera en la cual sea
posible detenerse; y la explicación llevada al infinito llega entonces a
faltar. Es menester, pues, considerar el
movimiento desde otro aspecto, el del fin hacia el cual tiende: Todo el devenir
tiene su explicación verdadera en la causa final, es decir, en la tendencia al
desarrollo, a la realización de una forma y perfección superior. Y aquí se encuentra un límite: ultimo termino
para nuestro pensamiento, pero CAUSA PRIMERA en si misma; es decir, la
perfección suprema absoluta, esto es, la FORMA PURA O ACTO PURO, en la cual no
hay mas materia no potencia, y por ello falta cualquier posibilidad del devenir
y del movimiento. Aquí esta DIOS, MOTOR
Y MOVIL, que mueve el mundo en cuanto es
causa final de él; pero él, no puede tener un fin al cual tender, porque es
realización perfecta y acabada.
Cuerpo y alma.
Estos dos
elementos no constituyen (como en Platón) una oposición de sustancias
contrarias, si no unidad de potencia y acto, materia y forma. Pero la vida y el alma se presentan en
distintos grados de desarrollo: en el primer grado esta la facultad o ALMA
VEGETATIVA (nutrición y reproducción), que ya se encuentra en las plantas; en
el segundo, está la facultad o ALMA SENSITIVA (facultad locomotriz de los
animales); en el tercero y mas alto grado, la facultad o ALMA INTELECTIVA, que
solo en el hombre se agrega a las otras dos.
Estos son, pues, tres grados de un desarrollo continuado.
Constitución del estado. De la misma manera que Platón, Aristóteles excluye de la participación
del estado a artesanos, agricultores y comerciantes. Y tanto mas excluye a los esclavos, cuya
condición servir le parece establecida por su misma naturaleza de animales de
fatiga, no por la violencia de los demás.
LA LOGICA
Con Aristóteles nace una ciencia formal del
saber, la lógica. Y no solo nace con él,
si no que queda en él tan perfectamente delineada y recortada en su forma
clásica, que aun hoy se anda por los carriles y el lenguaje que Aristóteles le
señaló.
La lógica descompone el pensamiento y el
lenguaje del hombre. Fue Aristóteles el
primero en ver que también el espíritu posee una estructura perfectamente
determinada; que dicha estructura posee igualmente elementos y funciones que
pueden ser estudiadas.
Esos elementos los ve Aristóteles en el
concepto, el juicio y el raciocinio. El
concepto es una idea universal que expresa y fija la esencia de un objeto. El concepto vaca fija la idea universal de
este tipo de animales. Los conceptos que
reunimos en nuestros juicios puede reducirse a diez categorías: Sustancia,
cantidad, cualidad (calidad), relación, lugar, tiempo, hábito, acción, pasión.
Estas categorías son formas de predicas
(categoría; predicas).
El juicio.
Cuando se unen dos conceptos, sujeto y predicado, para obtener un
enunciado sobre la realidad afirmando o negando, tenemos el juicio. El juicio a de considerarse como el asiento
propio de lo verdadero y lo falso.
El concepto muestra solamente lo que algo es,
pero el juicio científico nos dice que notas de realidad se hallan en un
objeto.
TEORIA DEL ESTADO: La perfección y plenitud de la moralidad la
tenemos en el estado. Solo en la
comunidad se encuentra el hombre en su forma perfecta, y solo en ese ámbito
social se realiza el bien en gran escala.
Con la ley es el hombre el ser mas perfecto; sin ley, es el mas salvaje
animal. El estado surge simplemente como
salvaguarda de la vida, pero se edifica en la persecución de la endemonia (el
hermoso y feliz vivir).
El origen del todo se puede considerar en dos
aspectos: genético y metafísico, es decir, mirando su nacimiento en el tiempo o
sus bases en un orden lógico e ideal. El
hecho de que los hombres se asocien, no es un capricho, sino que los hombres
han seguido en ese proceder un rasgo fundamental y esencial de su naturaleza:
“es el hombre un ser social por naturaleza”.
ACTIVIDAD PRÁCTICA
Después de haber hecho una muy buena lectura del texto y me pongo en contexto con la siguiente actividad, no sin antes recordar que debo ser ordenado u ordenada en la presentación del trabajo y tener claridad en mis respuestas aprovechando mi sentido crítico.
1. Escribo 10 palabras que me son desconocidas
y elaboro una oración de cada una donde se aplique su significado.
2. Escribimos en el cuaderno o en hojas, un resumen sobre las ideas principales del texto de Sócrates, Platón y Aristóteles.
3. ¿En
qué consiste la ironía socrática?
4. ¿Qué
es la Mayéutica y que pretendía Sócrates con su método?
5. ¿Qué
diferencia encuentra entre el concepto de conocimiento de Platón y Aristóteles?
6. ¿Qué
diferencia encuentra entre el concepto de cuerpo y alma que de Platón y
Aristóteles?
7. Realice
la lectura del Mito de la Caverna de
Platón, analícelo y realice un dibujo de manera original (sin copiar de representaciones
de internet u otro modelo) donde refleje el mito de la caverna en el contexto
actual.
NOTA: El profesor estará atento a las inquietudes que se le presenten del
texto, de tal modo que a través de una llamada puede explicar las dudas que se
presenten en el texto por medio de una llamada de celular, y resolverá las
inquietudes suscitadas en la lectura del texto.
TEXTO ANEXO. (Tomado
de página internet: Cultura Genial)
El mito de la caverna de Platón es una alegoría
sobre la realidad de nuestro conocimiento. Platón crea el mito de la caverna
para mostrar en sentido figurativo que nos encontramos encadenados dentro de
una caverna, desde que nacemos, y cómo las sombras que vemos reflejadas en la
pared componen aquello que consideramos real.
Platón (428 a. de C.-347 a. de C.) también usa
esta alegoría para explicar cómo es para el filósofo y maestro guiar a las
personas al conocimiento (educación), intentando liberarlas de las ataduras de
la realidad de la caverna. Según este filósofo, la gente llega a sentirse
cómoda en su ignorancia y puede oponerse, incluso violentamente, a quienes
intentan ayudarles a cambiar.
El mito de la caverna se encuentra en el libro
VII de la obra República de Platón, escrita hacia el año 380 a. de C. La
importancia general de la obra República radica en la exposición de conceptos y
teorías que nos llevan a los cuestionamientos sobre el origen del conocimiento,
el problema de la representación de las cosas y la naturaleza de la propia
realidad.
EL MITO DE LA CAVERNA
(Texto Resumido)
En el mito de la caverna es un diálogo escrito
por Platón, en el que su maestro Sócrates y su hermano Glaucón hablan sobre
cómo afecta el conocimiento y la educación filosófica a la sociedad y los
individuos.
En este diálogo, Sócrates pide a Glaucón que imagine
a un grupo de prisioneros que se encuentran encadenados desde su infancia
detrás de un muro, dentro de una caverna. Allí, un fuego ilumina al otro lado
del muro, y los prisioneros ven las sombras proyectadas por objetos que se
encuentran sobre este muro, los cuales son manipulados por otras personas que
pasan por detrás.
Sócrates dice a Glaucón que los prisioneros
creen que aquello que observan es el mundo real, sin darse cuenta de que son
solo las apariencias de las sombras de esos objetos.
Más adelante, uno de los prisioneros consigue
liberarse de sus cadenas y comienza a ascender. Este observa la luz del fuego
más allá del muro, cuyo resplandor le ciega y casi le hace volver a la
oscuridad.
Poco a poco, el hombre liberado se acostumbra a
la luz del fuego y, con cierta dificultad, decide avanzar. Sócrates propone que
este es un primer paso en la adquisición de conocimiento. Después, el hombre
sale al exterior, en donde observa primero los reflejos y sombras de las cosas
y las personas, para luego verlas directamente.
Finalmente, el hombre observa a las estrellas,
a la luna y al sol. Sócrates sugiere que el hombre aquí razona de forma tal que
concibe a ese mundo exterior (mundo de las ideas), como un mundo superior. El
hombre, entonces, regresa para compartir esto con los prisioneros en la
caverna, ya que siente que debe ayudarles a ascender al mundo real.
Cuando regresa a la caverna por los otros
prisioneros, el hombre no puede ver bien, porque se ha acostumbrado a la luz
exterior. Los prisioneros piensan que el viaje le ha dañado y no desean
acompañarle fuera. Platón, a través de Sócrates, afirma que estos prisioneros
harían lo posible por evitar dicha travesía, llegando a matar incluso a quien
se atreviera a intentar liberarlos.
FASE DE SALIDA
Para esta fase de salida, es necesario que los estudiantes hayan realizado por completo el taller propuesto de tal manera que se pueda socializar y aclarar las dudas presentadas junto con el docente.No se debe olvidar la buena presentación del trabajo y la
capacidad para argumentar el taller realizado.
- Elaboro en 10 renglones o más,
un resumen de lo que aprendí de la guía y qué me aportó de nuevo a mis
conocimientos.
Realizo un repaso de la guía y me preparo para la evaluación.
BIBLIOGRAFÍA:
Historia de la Filosofía, editorial Santillana
Grado 10°
Imágenes tomadas de páginas de internet.
Vídeos tomados de Youtube
Dicicionario de Filosofía, Ed. Océano.